¿Proporcionan ventaja las zapatillas con entresuela de Carbono? Y si es así ¿Qué beneficio
“medible” se obtiene?
La salida al mercado de las Nike Vaporfly y Nike Next% ha disparado la especulación sobre el "dopaje tecnológico" que proporciona la entresuela de carbono en las zapatillas de correr. Mientras que una gran mayoría lo da por bueno (y se las compra) existen aún numerosos escépticos que apelan al "efecto placebo".
En este artículo del New York Times se analizan los datos de más de 100.000 corredores que disponen del dato de zapatillas en STRAVA , usando 4 métodos estadísticos distintos, para conocer la posible ventaja al usar distintos tipos de zapatillas. Una de esas tablas refleja que si un corredor se cambia de zapatillas y se pone unas Nike Vaporfly % obtiene una ventaja de casi el 5%, mientras que si lo hace con otro modelo como las Hoka One One Carbon Rocket, esta ventaja es del 3%. Para que nos hagamos una idea, si tomamos como ejemplo un corredor con una marca de 1h30 en media maratón, un 3% de ventaja le supone bajar, automáticamente, a 1h27:20 y un 5% a 1h25:30.
Para comprobar si esto es o no verdad (no olvidemos que es un estudio "teórico") y dado que no tengo unas Nike Vaporfly pero sí unas Carbon Rocket, me propuse comparar los resultados obtenidos con estas zapatillas y los que se obtienen al usar un modelo de entrenamiento como las Arahi 3 (de la misma marca).
Para ello, realicé el mismo test incremental en tapiz rodante (test de Conconi) 5 veces con cada
tipo de zapatilla.
Las sesiones se realizaron en la misma cinta de correr. Tras 10 minutos de calentamiento pautado de 10 a 11.5 km/h, se iniciaba la sesión de 15 minutos, comenzando a 11.5 Km/h (velocidad de la cinta, la real era algo menor) aumentando 0.5 Km/h cada minuto. La
toma de pulsaciones se realizaba a los 45´´ del incremento de velocidad.
Los
datos de pulsaciones se obtuvieron con banda de pecho a un Garmin Fénix 5. Los de velocidad se obtuvieron con un potenciómetro STRYD en el empeine de
la zapatilla. Es decir, se ha descartado el dato de velocidad que marcaba la cinta, que no suele ser fiable, en beneficio de un dispositivo como STRYD que además de velocidad real también aporta una estimación de potencia y otras métricas precisas. Los resultados de los 10 test (5 por cada modelo de zapatilla) se llevaron a una hoja de cálculo para dibujar una curva de pulsaciones/velocidad.
El
resultado es que la curva correspondiente a las zapatillas con entresuela de
carbono se mantiene consistentemente 3 PPM por debajo de
la correspondiente a las zapatillas de entrenamiento, para una misma velocidad. Para confirmar este dato, extraje de training peaks los valores de EF de cada sesión (=potencia normalizada/media de pulsaciones), que arrojó un valor 3.9% superior en el caso de las Carbon Rocket (2.12 frente a 2.04 de las Arahi 3). La ganancia en tiempo, para una misma frecuencia cardíaca, es ligeramente mayor al 3% (12 segundos a 120 ppm y 7 segundos a 142 ppm).
Este estudio nos proporciona argumentos bastante sóldos para confirmar la ganancia de 3% que se indicaba en el estudio del NYT. No obstante, para saber la ganancia efectiva sería necesario traspasar la experiencia obtenida en cinta a sesiones de carrera real, para lo cual se hicieron otros 2 estudios, que pongo en post aparte.
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